Por Dr Phil Stringer.
Estoy consciente de las varias críticas a mi amigo Humberto Gómez a causa de la traducción de la Biblia en español que él organizó, editó y que lleva su nombre. Ha sido sugerido que esto no es ético, sino arrogante y egoísta. Supondría que sus críticos no son muy buenos estudiantes de la historia de la traducción bíblica.